Las serpientes venenosas provocan entre 81 410 y 137 880 muertes anuales en el mundo, esto es una cada 5 minutos, así lo informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien ha fijado como meta reducir a la mitad esta cifra antes de 2030.

Según el experto en estos reptiles de la OMS, David Williams, los ni?os son el grupo más vulnerable, ya que más de un tercio de ellas vinculadas con mordeduras son de menores de 20 a?os.

Asimismo, por cada persona que fallece, existen al menos otras 3 que padecen una discapacidad a largo plazo o permanente, como es el caso de pérdida de extremidades por la gravedad del veneno o la falta de atención médica inmediata.

Las serpientes venenosas viven en varias regiones del mundo, desde selvas tropicales hasta desiertos; sin embargo, gran parte de las mordeduras suceden en países de ingresos bajos o medios en Asia, áfrica y América Latina, con un sistema sanitario limitado, lo que contribuye a la alta tasa de mortalidad.

Un caso especial es la India, donde cada a?o existen unas 58 000 muertes por este motivo.

Un factor que ha aumentado la incidencia de mordeduras de serpientes es el cambio climático, apuntó la OMS, debido a que afecta los esquemas de distribución de estos animales y los acercan a los seres humanos, de ahí la urgencia de una estrategia eficaz de prevención y tratamiento.

En ese sentido, la OMS ha presentado un programa enfocado en el análisis de antídotos comerciales para asegurar su eficacia y disponibilidad, con un modelo comunitario para su compra, suministro y reparto que se lanzará por primera vez en áfrica occidental en 2025